Una de las grandes preocupaciones para las empresas, en el área de seguridad informática, es la fuga de datos. Datos que se «escapan» en gran medida por el gestor de correo electrónico de la empresa. De hecho, un estudio de Check Point indica que uno de cada cinco correos que salen de las empresas (el 20% del total), contienen algún tipo de información confidencial que, de caer en «malas manos», podría suponer un riesgo legal o financiero para la empresa.
La principal causa de la fuga de datos en las empresas es la pérdida o robo de equipos, seguida de ataques de red, las amenazas en los dispositivos móviles, Web 2.0, las aplicaciones compartidas y el envío de mensajes de correo electrónico al destinatario equivocado por accidente.
Lo cierto es que son constantes las pérdidas y robos de datos que en los últimos tiempos se han vivido en las empresas. Se calcula que el 77 por ciento de las organizaciones ha experimentado alguna pérdida de datos en el último año y el correo electrónico es uno de los principales agujeros de seguridad, por lo que es necesario extremar las precauciones de seguridad frente a actos malintencionados y frente a posibles despistes de trabajadores.
Hay que tener en cuenta que más del 80 por ciento de estas pérdidas de información que se producen no son intencionadas, pero sus consecuencias pueden llegar a ser incalculables. En este sentido indican de la misma forma que en el caso de un ciberataque, una gran empresa puede llegar a gastarse más de 40 millones de euros para resolver los problemas ocasionados.
Además, aproximadamente el 49 por ciento de los CIOs encuestados creen que sus empleados tienen poco o ningún conocimiento sobre la seguridad de los datos, el cumplimiento y normativas. Una cifra sorprendente si tenemos en cuenta que las personas suelen ser la primera línea de defensa en las organizaciones.