Un 63,8% de los contribuyentes registrados en 2009 tenía un sueldo bruto anual inferior a 21.000 euros, según los datos hechos públicos por la Agencia Tributaria sobre los declarantes del IRPF. La media salarial fue de 22.596 euros y una quinta parte de los españoles registró salarios de entre 30.000 y 601.000 euros al año.
Estas distancias salariales se deben generalmente a las diferencias formativas. Sin embargo, en los últimos tiempos estamos asistiendo a un “estrechamiento de las mismas”, en opinión de El Banco de España –boletín económico de julio y agosto–. El motivo que subyace tras esta realidad coincide con “el estancamiento reciente en el nivel educativo” de los jóvenes. Según el Banco de España, ambos fenómenos están íntimamente relacionados: el aumento relativo de los sueldos en los trabajos de baja cualificación respecto a los de cualificación media explica el estancamiento reciente en el nivel educativo.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al frente de esta entidad, lo tiene claro: “parte del deterioro educativo puede estar relacionado con la existencia de insuficientes incentivos salariales” en educación. También considera que podría haber afectado “la estructura de la negociación colectiva” y la existencia del “salario mínimo”. “El descenso del nivel educativo podría tener consecuencias a medio y largo plazo sobre el empleo y la productividad de la economía”, concluye el organismo regulador.
El informe PISA de la OCDE es claro respecto al nivel educativo de nuestro país: la calidad de nuestro sistema formativo hasta el nivel de Secundaria por debajo de la media de los países que forman parte de la citada organización.