Desde la cima del empresariado español no parece gustar nada la estampa que se ve, a tenor de la encuesta realizada por Grant Thornton a nivel mundial, que apunta que el 60% de los directivos de nuestro país no confía en la recuperación económica a corto plazo. Seis de cada diez considera que la economía nacional seguirá en alerta al menos hasta 2013 y es en torno a esa predicción que están elaborando sus estrategias de negocio.
Estos datos, en comparación con los otros 38 países participantes en el estudio, convierten a España en el estado más pesimista respecto a la evolución de sus propias compañías y muestran “un profundo desánimo de las empresas, que empiezan a mostrar agotamiento ante una situación económica en la que hemos tocado fondo… pero no para volver a subir, sino para permanecer cerca del suelo”, reseña el director de Grant Thornton España, José María Fernández, en declaraciones a diversos medios.
Las perspectivas respecto al más preocupante punto negro a día de hoy –el desempleo– tampoco son halagüeñas: el 78% de los “jefazos” patrios confiesa que mantendrá sin cambios sus plantillas e incluso temen que se sucedan nuevos despidos a lo largo del próximo año. Eso sí, en 2010 el panorama lo veían aún más negro, puesto que la confianza en la generación de empleo ha aumentado en cuatro puntos respecto al anterior ejercicio.
La recuperación de la crisis pasa por una serie de factores que deben mejorar. En primer lugar, que se den mayores facilidades para acceder al crédito. El 41% de los directivos entrevistados considera que la financiación es el principal problema para la supervivencia de las empresas, seguido del coste de la misma, excesivamente alto y preocupante para el 39% de los encuestados.
A continuación, la morosidad, con índices de mora y retraso en pagos que aumentan mes a mes: el 28% de las empresas españolas participantes declara que estos han aumentando de un año para otro y en el 55% de los casos apuntan que se mantienen en los mismos niveles. Para solventar este problema, el 82% de las compañías están recurriendo a los análisis de riesgo de los clientes; otras estrategias pasan por contar con una persona encargada de la gestión de cobros, la exigencia de pagar al contado, los cobros por adelantado y la recuperación del IVA de las facturas no abonadas. Entre las medidas existentes que menos se están aplicando, la externalización de los cobros.
Este informe –Internacional Business Report– mide el optimismo empresarial a través de entrevistas a corporaciones de 39 países que representan más del 80% de la economía mundial. El estudio constata que lo españoles son los más pesimistas sobre la evolución de sus propias compañías, sólo superados por griegos y japoneses. Italia e Irlanda también parecen mirar con preocupación el presente y el futuro. Entre los que ven la realidad con mejor cara, India y Chile.