El mirón se caracteriza por obtener información sobre los productos y precios en la red para acabar comprándolos en la tienda física. Los cazachollos, además de comprar online habitualmente, son expertos en encontrar las mejores ofertas por Internet. Por otro lado también existe un tercer perfil, el de los defensores cara a cara que apenas hacen uso de Internet para apoyar sus compras.
Debido a la creación de nuevos formatos de venta, el comportamiento de los usuarios varía y se crean nuevos tipos de compradores. Hay diferentes tipos de venta online y por lo tanto distintos comportamientos por parte de los consumidores. Destacan tres patrones: ventas grupales, protagonizadas por los cupones descuento. Ventas en outlet de productos exclusivos o de marca. Finalmente, el comercio electrónico tradicional con la venta de los mismos productos de la tienda física.
En las compras grupales el consumidor asimila un tipo de rol bien definido. El usuario es más comunicativo y utiliza mucho el boca-oreja: da a conocer los tipos de promociones de determinadas empresas para obtener mayor beneficio de la compra. Existen cupones por tiempo limitado que despiertan el impulso de compra del usuario. Otros, además de esa característica, requieren un mínimo de subscriptores para poder llevarse a cabo. Es por ello que la filosofía que suele seguir este tipo de usuario es la de la agrupación social para compartir la información de la que dispone: cuantos más amigos se enteren, mejor.
Por el contrario, el comportamiento del usuario que frecuenta los outlets online es totalmente opuesto al anterior. En este caso se intenta mantener la oferta en secreto para que nadie se pueda adelantar. Por lo tanto, el comprador se caracteriza por un matiz más egoísta. La repercusión de este tipo de venta en la Red es menor en cuanto al número de comentarios que circulan en el momento de la pre-venta.
Finalmente, el e-commerce lidera las opiniones en la red, aunque la mayoría hacen referencia a servicios prestados en la tienda física. En este caso los internautas compran productos, hablan de precios, ofertas, atención al cliente y trato recibido, de rebajas o de los establecimientos favoritos de dichas compañías en tiendas físicas.
Low cost y redes sociales
Según el mismo estudio de CiudadMarket, más de la mitad de los internautas españoles considera que Internet es la mejor tienda para hacer sus compras. La principal ventaja que se le atribuye es la oportunidad de encontrar mejores precios y ofertas. Además el comercio online les permite buscar con mayor precisión y comprar lo que más se ajusta a sus necesidades.
Por lo general el comprador, con la crisis, sabe que la venta es importante y por ello se toma más tiempo antes de decidirse por la compra y eso se refleja también en la Red. No obstante, las tendencias en las conductas a la hora de realizar una compra online están experimentando un proceso de cambio debido a los efectos social y low cost.
Con la introducción del bajo coste, una buena parte de las compras se ha vuelto un capricho, pudiendo acceder a bienes de grandes marcas no estrictamente necesarios. Este tipo de usuario tiene como objetivo encontrar descuentos importantes. Muchos internautas se dejan llevar por los precios atractivos, lo que llamamos «estética low cost». El mayor inconveniente en este punto es que se genera una falta de fidelidad hacia un comercio determinado. Los consumidores son atraídos por el precio no por el negocio.
En cuanto al efecto social, los consumidores establecen un círculo de confianza compuesto por familiares y amigos. Como clientes, su atención es difícil de captar porque no son propensos a recibir emails de marcas y no les gusta cuando una compañía les envía mensajes comerciales. «Las compras de estos usuarios son guiadas por recomendaciones de su propio círculo establecido y por páginas dedicadas al análisis de productos y comentarios de otros consumidores», afirman desde CiudadMarket