La inestabilidad económica ha conllevado a un descenso del absentismo laboral. Sin embargo, este continúa siendo uno de los principales problemas de las empresas en España. Concretamente, más de un millón de españoles faltaron al trabajo en 2010, lo que conlleva una diminución en la producción de más de 64.000 millones de euros. Pero ¿Qué podemos rhacer para reducir estas tasas de absentismo laboral?
Para disminuir las consecuencias de este fenómeno, un estudio realizado por mga, empresa de Grupo Multiasistencia, especializada en diseño y gestión integral de programas de conciliación para empleados, apunta a los planes de conciliación de la vida familiar y profesional como clave para ello. Según un informe presentado recientemente, del que MuyPymes se hizo eco, estos programas podrían reducir las ausencias en el trabajo en más de un 20%.
Además Existen otras formas de disminuir este nefasto fenómeno y para tomamos como referencia cuatro medidas clave para evitar ese absentismo que recomienda Meta4, consultora de «soluciones globales para la gestión de la nómina y los recursos humanos».
1. Medición de las tasas de absentismo y evaluar la dimensión del problema en la empresa.
Se debe registrar la información relativa a las ausencias laborales de los empleados, teniendo en cuenta criterios de organización (centro de trabajo y puesto), personales (edad y sexo), distribución en calendario (días de la semana, mes del año), cargas familiares (con o sin descendientes o personas dependientes a cargo), entre otros factores. Conseguiremos así saber con qué patrones absentistas nos encontramos en nuestro negocio y en base a ello podremos proponer soluciones.
2. Varios perfiles de personal «absentista».
El «involuntario», aquel que, por razones de salud, se ausenta de su lugar de trabajo por causas probadas; el «discontinuo», que de vez en cuando no acude a la oficina o que tiene retrasos en la llegada a la misma, se marcha antes de tiempo, etc.; «presentistas», igualmente preocupantes que todos los demás, puesto que si bien sí que están presentes en la empresa, el rendimiento no es el requerido y dedican gran parte de su jornada laboral a otros temas, se trata de los llamados popularmente «calientasillas»; el «fraudulento», persona que de manera continua no va a trabajar, poniendo excusas y dando motivos sin fundamento.
3. El plan de acción
Han de echar a andar medidas coercitivas y sancionadoras. Amonestar a aquellos profesionales que incurren en la ausencia al puesto de trabajo por motivos no fundamentados (fraudulentos, discontinuo) así como a los que no están rindiendo lo suficiente (presentistas). También hay que establecer acciones correctoras y motivadoras. Es decir, que estos se sientan más implicados en la empresa. Esto va a conllevar una disminución del absentismo laboral, gracias a la mayor concienciación sobre el valor de sus funciones y a la percepción que tiene de la empresa como ente positivo que vela por sus intereses.
4. Evaluación
Revisar y controlar el desarrollo de los programas de acción señalados en el punto anterior. Posteriormente, se debe hacer un seguimiento de los resultados, con recogida de información y análisis de la misma. Solo de esa forma se conseguirá evaluar la efectividad de las medidas adoptadas y, en caso de ser necesario, el posible aumento o modificación de las mismas.