La falta de inversión es investigación y desarrollo está comenzando a pasar factura a las empresas españolas, y la propia Comisión Europea se ha encargado de dar un toque de atención a las autoridades de nuestro país. Según el ejecutivo comunitario, la falta de I+D en nuestro país puede tener un impacto negativo en nuestra competitividad, y es que España sólo invierte el 0,72% de su PIB en este área, una cifra muy alejada de la media comunitaria, que se encuentra en el 1,25%.
«El principal reto en el sistema español de investigación e innovación es aumentar el gasto de las empresas en I+D», señala el informe. «El bajo nivel de inversión de las empresas en I+D tiene un impacto negativo en el rendimiento de España en materia de tecnología e innovación y en su capacidad de producir tecnologías competitivas a nivel mundial y nuevos productos intensivos en conocimiento», alerta.
No obstante, el Ejecutivo comunitario reconoce que, desde 2000, las empresas han ido aumentado su gasto en I+D, que ha crecido como porcentaje del PIB casi un 45% entre 2000 y 2009. También la inversión de capital riesgo ha crecido hasta situarse en el 0,13% del PIB.
El estudio destaca que España es uno de los países de la UE donde más ha crecido la inversión en I+D en los últimos años. Entre 2004 y 2009 registro incrementos anuales del 14,1%, gracias a la contribución del gasto público, hasta situarse en el 1,28% del PIB, todavía por debajo de la media de la UE (2,01%) y muy lejos de los países punteros, como los nórdicos o Alemania.
En todo caso, la Comisión considera que «la inyección de conocimiento no se ha trasladado directamente en una mayor cuota de valor añadido en el conjunto de la economía». Pero el estudio admite que sí ha habido mejoras de conocimiento en los sectores tradicionales que todavía predominan en la economía española. El incremento de gasto en I+D «es también visible en los sectores de alta tecnología y de media tecnología», lo que si se confirma «puede tener efectos económicos positivos a medio plazo».
El gasto público en I+D en España disminuyó ligeramente en el presupuesto de 2010 pero en 2011 se ha protegido esta partida en comparación con el resto de gastos, según el análisis de Bruselas. Para 2020, España se ha marcado como objetivo invertir el 3% del PIB en I+D, que «es alcanzable pero requiere un incremento de la tasa medica de crecimiento anual, sobre todo por parte de las empresas».
La Comisión ve necesarias una mayor internacionalización e interconexión del sistema español de I+D, ya que en la actualidad «los investigadores y las empresas españolas tienen todavía una posición marginal en las redes de cooperación de Europa más importante.
