Una vez que ha fracasado la negociación colectiva con los sindicatos, el presidente de la patronal, Juan Rosell ha pedido al Gobierno que «apueste decididamente por la flexibilidad» ya que su organización considera que el mercado laboral español es «especialmente inflexible».
«En España la economía en su conjunto, y especialmente en el ámbito laboral, es muy inflexible y hemos de dotarle de mayores grados de flexibilidad. Con todos los controles y evaluaciones del mundo que queramos, pero de mayor flexibilidad», ha afirmado.
En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, Rosell ha reconocido que el 50% del fracaso de esta negociación es responsabilidad de su organización y, por tanto, de su persona.
No obstante, el dirigente de la patronal ha negado una vez más que se realizaran cambios en las condiciones del acuerdo el pasado lunes, y ha matizado que los agentes sociales coincidían en la necesidad de flexibilizar la economía, pero cuando pasaron a la letra pequeña comenzaron las «grandes diferencias».
«De cambio ninguno. Nosotros llevamos cuatro meses negociando la línea de argumentación de nuestras prioridades, hemos hecho múltiples documentos. Ayer mismo hicimos un último documento para intentar resolver algún que otro tema técnico en el cual estábamos encallados», ha asegurado.
Desacuerdo en materia de pymes
Como ejemplo de desacuerdo entre patronal y sindicatos, Rosell se ha referido a la intención de los representantes de los trabajadores de obligar a los empresarios de las pymes a consultar sus decisiones con comisiones paritarias.
«Creemos que en el día a día de las empresas, cuando un empresario tiene que tomar decisiones, y especialmente en las empresas pequeñas, las tiene que tomar sin demasiadas consultas, no puede empezar a explicar a todo el mundo qué es lo que está pasando», ha señalado.
Respecto a si el resultado electoral del pasado 22 de mayo ha influido en la ruptura de las negociaciones, el patrón de la patronal ha negado ninguna repercusión, a la vez que ha destacado que los empresarios no hablan de política.
Por último, Rosell ha reconocido haber recibido presiones «de todo tipo y manera», aunque se ha mostrado comprensivo ante ello y ha remarcado que se debe a las 220 organizaciones que componen la CEOE, entre las que las diferencias de opinión eran «prácticamente nulas».