Después de la repercusión en Facebook, Twitter, Tuenti y demás lugares de la Red, el movimiento espontáneo que todavía tiene copadas muchas plazas de España y parte del extranjero ha lanzado su propia red social. N-1 es el nombre de este ciberlugar.
La comunidad, que ya cuenta con algo más de 7.000 usuarios, pretende ser un espacio más para que cualquier usuario puede difundir información, compartir sus ideas y entablar relaciones con otros partidarios para que el movimiento #15m siga vivo dentro y fuera de la Red.
Sus mayores premisas son la privacidad de los usuarios en un sistema autogestionado e independiente que, aunque acepta donaciones, se basa en el trabajo y dedicación de sus fundadores.
Los desarrolladores de N-1 se definen como: «somos un colectivo informal de personas preocupadas por la libertad, la seguridad y la privacidad en Internet. Estamos localizadas en varios lugares y enredadas en colectivos activistas y hacktivistas. Trabajamos de manera horizontal buscando el consenso y evitando relaciones de poder. Es un proyecto sin animo de lucro. Aceptamos donaciones y aportes de recursos».
Así, N-1 no es más que una consecuencia lógica del #15m, una fórmula más para seguir de cerca las actividades de movimiento que comenzaron a movilizarse dentro en Internet y que pueden conseguir mucho más dentro de este universo on-line.