La Academia americana de pediatría (American Academy of Pediatrics) cree que se debería incluir en el cuestionario médico datos relativos a Facebook u otras plataformas con el objetivo de diagnosticar una posible depresión infantil. De hecho, la AAP ha estimado que el social media debería ser un indicador más de la salud de los niños.
El auge de las redes sociales no sólo ha llegado a los adultos, los niños cada vez entran antes en este mundo, por lo que sus futuros comportamientos podrían estar condicionados por las consecuencias de su acceso a este tipo de plataformas. Por ello la asociación ha publicado unas directrices en las que apunta que las redes sociales se deberían incluir en los cuestionarios médicos para evaluar si existen síntomas de depresión infantil en el niño.
Incluso ya se habla de la «Facebook Depression». Los niños afectados por ésta estarían en riesgo de aislamiento social o tendrían poca autoestima, lo que se sumaría a una gran cantidad de tiempo pasado en el portal. Lo que se quiere diagnosticar son algunos problemas propios de la depresión, como cambios en los hábitos de sueño y desarreglos alimentarios, así como variaciones de humor o asilamiento social.