Manuel Sirgo, director, productor, miembro de la Academia de Cine y ganador de un premio Goya al mejor corto de animación en 2002 (Pollo), fue arrestado ayer tras haber sido acusado de subir películas protegidas con copyright a las que tenía acceso por su condición de miembro.
Pero Sirgo no se quedó solo, dos empleados de la productora 12 pingüinos, propiedad del director, también han sido detenidos. Algunas de las películas subidas a Internet todavía no se habían ni si quiera estrenado, como por ejemplo «Ispansi«, de Carlos Iglesias, todas ellas compitieron en los pasados premios Goya.
La policía cree que el director detenido habría subido películas para obtener un rendimiento económico, una suposición que de momento está poco argumentada. Las reacciones de los directores españoles no se han hecho esperar. «No puedo creer que un compañero juegue con el trabajo y la ilusión de tanta gente», declaraba el director de Ispansi en su cuenta de Twitter.
Por su parte, Alex de la Iglesia, ex presidente de la Academia de Cine y fiel detractor de la Ley Sinde, decía por su lado que, «La cultura, el cine, esta al alcance de todos. Lo que no está al alcance de todos es, al parecer, la decencia».
Pocas horas después de su detención, Manuel Sirgo fue puesto en libertad con cargos, afirmando que le robaron las claves para poder ver las películas. La Academia de Cine lamenta profundamente el daño moral y profesional que se ha causado a Sirgo, y apoya su presunción de inocencia, derecho constitucional que debe ser respetado en todos los casos.