La Unión Europea quiere aumentar la cuota de mujeres en los consejos de administración de las empresas, por las buenas o por «las malas» y desde Bruselas se amenaza con imponer una norma que garantice un mayor equilibrio por sexos en caso de que cierta paridad no se alcance en menos de un año.
Viviane Reding, vicepresidente de la Comisión ha confirmado que las empresas tienen un año para incorporar a más mujeres a los consejos de administración y ha asegurado que «aunque lo ideal es la autoregulación, la UE supervisará los progresos».
Reding ha admitido que la amenaza de hacer obligatorias las cuotas puede servir de «espada de Damocles» para alentar a las empresas a dar los pasos para facilitar el acceso de las mujeres a los puestos de dirección y ha insistido en que actuará «si no hay continuidad» o no dan resultado las medidas «voluntarias».
La responsable comunitaria de Justicia ha insistido en que «en los últimos años hemos visto una evolución del 0% (…) y no queremos esperar 15 años» para ver resultados, por lo que ha subrayado el beneficio «económico» que supone contar con más mujeres. «Si las empresas comprenden que son una ventaja, no serán necesarias las cuotas», ha matizado.
Junto a Reding han comparecido ante la prensa el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, y el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek. El primero ha seguido el discurso de su vicepresidenta y ha pedido «políticas voluntariosas» para apoyar a las mujeres, no sólo cuando se trata de grandes puestos.
Buzek, por su parte, ha tenido palabras de aliento para las mujeres que han sido «muy activas en la lucha por la democracia» que están librando los ciudadanos en varios países árabes, especialmente en Túnez, Egipto y Libia. Además ha señalado el papel «muy importante» de las mujeres para «transformar las sociedades» y ha pedido medidas para una mejor conciliación de la vida laboral y la vida personal.
El Ejecutivo comunitario considera que los progresos en los últimos años han sido «muy lentos». Al ritmo actual, llevaría 50 años hasta alcanzar «un equilibrio razonable (40% de cada sexo)» en los consejos de administración. Ello supone, según Bruselas, una importante pérdida de talento femenino.
En todo caso, la Comisión sitúa a España entre los países que avanzan a un «ritmo más rápido» por las cuotas previstas en la Ley de Igualdad, que se están aplicando también en Francia y se discuten en Países Bajos, Italia y Bélgica