Un error del Gobierno de Estados Unidos obligó a cerrar 84.000 webs acusadas de distribuir pornografía infantil. El problema se produjo al bloquear un dominio de un proveedor de acceso, Free DNS, del que dependían estos miles de subdominios.
En concreto sólo eran diez webs las que había que bloquear, pero un fallo acabó, como decimos, cerrando nada más y nada menos que 84.000. Los propietarios de estas páginas se vieron sorprendidos al ver modificaciones en su web y avisos de caracter oficial en el que se decía que la publicidad, transporte, distribución, cobro y posesión de pornografía infantil constituye un delito federal que conlleva penas de hasta treinta años de prisión y multas de 250.000 dólares.
Se calcula que se tardará tres días en reestablecer la normalidad dada la cantidad de sitios afectados. Muchos de los dominios afectados pertenecen a particulares o a pequeñas empresas. Algunos de ellos se han apresurado a colocar en su web un aviso en el que niegan que mantengan ninguna práctica relacionada con la pornografía infantil.