Cada vez son más las empresas que se animan a dar el salto a la Red y montan su propia tienda de comercio electrónico. Sin embargo, la Red ha dejado de ser ese «espacio baldío» en el que eran pocos los que ofertaban sus productos en Internet y ahora la competencia es feroz.
Una vez que las grandes empresas han dado el salto, las pymes se ven obligadas a esforzarse más para conseguir vender on-line, haciendo todo lo posible por evitar errores. Hoy os mostramos «siete pecados» que no podéis cometer.
No disponer de un blog corporativo
A menos que seamos grandes maestros del SEO o invirtamos una buena cantidad de dinero en programas como Google Adwords, pronto descubriremos que los principales buscadores no son precisamente amigos de las tiendas on-line.
Que nuestros productos aparezcan como resultado de una búsqueda al uso no es imposible, pero las probabilidades tampoco son altísimas. Sin embargo lo que sí suele posicionar con fuerza en motores como Google son los blogs.
Herramientas como WordPress, por ejemplo, tienden a posicionar realmente bien en Google y si siempre hablamos de lo recomendable que es que nuestra empresa disponga de su propio blog corporativo, aún lo es más en caso de que tengamos una tienda on-line. Es más, a estas alturas de la película, tanto por imagen de marca como por posicionamiento, no disponer de un blog corporativo, juega en nuestra contra.
No disponer de presencia en redes sociales
Aunque parezca elemental, todavía son muchísimas las empresas que no son conscientes de lo importante que es tener presencia en las redes sociales.
No sólo porque sin ir más lejos, Facebook sea una comunidad con más de 500 millones de usuarios, sino porque el porcentaje de su uso en España es uno de los más altos del mundo, y la cosa va a más. Si quieres dar el salto a las redes sociales pero no sabes muy bien cómo empezar, quizás podrías apuntarte a nuestro proyecto Social Store
Pedir una tarjeta de crédito por una prueba gratuita
Ofrecer una muestra gratuita o dejar probar un producto o servicio durante un periodo antes de su compra, es una posibilidad que ofrecen muchas tiendas on-line y que a todo el mundo les gusta, porque así tienen tiempo para pensar si realmente están interesados en un producto.
Sin embargo, muchas empresas cometen el craso error de pedir una tarjeta de crédito a cambio de ese periodo de prueba gratuito, teóricamente para facilitar el proceso de compra transcurrido ese periodo.
El problema es que a nadie le gusta dar sus datos bancarios cuando teóricamente no está obligado a ello, y las empresas que incurren en esta práctica proyectan una imagen muy negativa.
Pedir demasiada información
Después del dinero, el tiempo es probablemente uno de los valores más escasos y preciados de las sociedades contemporáneas. A nadie le gusta perderlo y aún más, todo el mundo odia que se lo hagan perder.
¿Por qué decimos esto? Porque cuando en nuestra web estamos pidiendo demasiados datos a la hora por ejemplo, de comprar un producto, corremos el riesgo de perder a una buena parte de nuestros clientes durante el proceso. Clientes que pueden preguntarse «¿Sabes qué? ya lo haré en otro momento» para no volver nunca más.
No explicar quién eres
Con el auge de las redes sociales, las empresas están pasando de ser «entidades abstractas» a tener cada vez más una cara visible, reconocible por los clientes y el público. Y no sólo hablamos de grandes como Steve Jobs, Emilio Botín o César Alierta sino también pequeñas empresas que han sabido mostrar el rostro visible de la compañía.
En muchas ocasiones el cliente potencial que entra en nuestra tienda on-line se pregunta: «¿Quiénes son?, ¿Me puedo fiar?». Incluir una sección es la que expliquemos quién está al cargo y cuál es su trayectoria, su visión, etc. siempre refuerza la confianza del consumidor.
No explicar cuál es tu política de atención al cliente
Otra de las grandes preguntas que pueden hacerse nuestros clientes potenciales es acerca de nuestra política de atención al cliente. Todos queremos saber cuál es la política de devolución de productos de la empresa, si se van a hacer cargo de los gastos de envío, cuál es la garantía que ofrecen o si ofrecen soporte técnico.
Como en el caso anterior, cuando ofrecemos este tipo de información, estamos reforzando nuestra imagen e incrementando la confianza del consumidor.
No preocuparnos por la usabilidad
La forma más rápida de perder un cliente es «esconder» los enlaces importantes que puede estar buscando, «pasearle» por la web mientras busca la información que le interesa o diseñar un proceso de compra terriblemente complejo.
La usabilidad no es una «manía» de los «gurús» de la web, sino una exigencia que debemos aplicar a nuestra tienda on-line. Amazon por ejemplo, no es una de las tiendas que más vende porque disponga de precios imbatibles, sino por la gran usabilidad de su web.