Impulsar el desarrollo, mediante la participación colectiva, de aplicaciones tecnológicas que ayuden a mejorar el medio ambiente es el objetivo del proyecto Open Planet Ideas (OPI), la iniciativa promovida por Sony Europa en colaboración con WWF. Este programa se encuentra en Fase Conceptual, una etapa que durará hasta el próximo 29 de noviembre de 2010 y en la que se han seleccionado nada menos que 154 conceptos entre las 335 ideas que se presentaron en la Fase de Inspiración.
Como os comentamos hace un mes, el próximo 6 de diciembre el proyecto OPI entra en su tercera fase, la de Evaluación, donde se elegirán las 30 mejores ideas seleccionadas entre todas las que se han presentado desde su comienzo. Para poneros al día, en la primera fase, la de Inspiración, OPI consiguió 335 ideas presentadas por personas de todo el mundo, ideas que tenían como nexo de unión el uso de la tecnología para mejorar el medio ambiente.
Poco menos de la mitad de esas ideas, un total de 154, “pasaron el corte” del panel de expertos para luchar en la fase Conceptual y enfrentarse a las opiniones de la Comunidad OPI formada por internautas de todo el mundo. Como os hemos adelantado, hasta el próximo 29 de noviembre todos los conceptos aceptados están en la web de Open Planet Ideas para que se conozcan, se voten y se comenten por parte de los miembros de la Comunidad OPI.
Tened en cuenta que el objetivo de Open Planet Ideas es encontrar ideas relacionadas con la reutilización de tecnología existente para crear aplicaciones que benefician al medio ambiente. Bajo esta premisa hay que “evaluar” los 154 conceptos que están en la web de OPI, y aunque os animamos a que los conozcáis todos de primera mano, a continuación os presentamos una selección de algunos de ellos.
Ojo, no son los mejores, ni los peores; tampoco tienen que ser los elegidos por el panel de expertos (solo ellos tienen esa responsabilidad), es simplemente un ejemplo de las excelentes ideas que se han aglutinado alrededor del proyecto Open Planet Ideas.
Recolección del agua de lluvia
La lluvia que cae podría recogerse en tanques para reutilizar en nuestras casas y también gracias a pequeñas turbinas podría generarse electricidad que abasteciera a nuestros hogares. Todo se haría con un nuevo diseño de techos-colectores que facilitasen, mediante cristales piezo-eléctricos, la generación de electricidad y además proporcionaran agua más que suficiente para el aseo personal, la lavadora, el friegaplatos o el riego del jardín.
Compartir el coche
Imaginad toda la emisión de CO2 a la atmósfera que evitaríamos si gracias al uso de redes P2P pudiéramos saber qué viajes se están haciendo en nuestro vecindario y además gracias al GPS planificásemos los viajes de manera más eficiente. Con esta información podríamos compartir el coche con nuestros vecinos para, por ejemplo, desplazarnos a nuestro trabajo.
La casa ecológica
El objetivo es crear un prototipo de casa ecológica que utilice materiales locales y reciclables y que además use energías renovables para abastecerse desde el punto de vista energético. El hogar ecológico debe incluir la solución para la gestión de aguas residuales y la gestión de desechos a través del compostaje. Este prototipo de casa ecológica puede contener ideas alternativas que difieran de un país a otro y ser rentable y fácil de replicar para que se ponga en marcha en comunidades donde la vivienda es un problema.
El vigilante del planeta
Muchos de nosotros conocemos desastres ecológicos que se producen a nuestro alrededor pero por falta de motivación, conocimientos o recursos no los denunciamos. Un “vigilante del planeta” podría recibir esta información en forma de vídeo, fotografía o denuncia escrita que se subiría a un sitio web de activistas medioambientales que se encargarían de, en una acción conjunta con abogados, científicos y políticos, entablar una acción legal para solucionar el desastre encontrado.
Envases inteligentes de alimentos para reducir residuos
En los hogares de los países desarrollados todos los días se desperdicia un motón de comida porque se ha comprado en exceso y no se sabe qué hacer con lo que sobra, o simplemente porque se pasa la fecha de caducidad. Los envases inteligentes dispondrán de un chip que será leído por la nevera y nos avisará, por medio de una pantalla LED, de los alimentos disponibles (sugiriendo a su vez posibles recetas para aprovecharlos), de su fecha de caducidad, de sus nutrientes, de su procedencia, etc.
Diario de nuestra huella ecológica
Se ha demostrado que las personas son capaces de reducir su consumo de energía hasta un 30% cuando son conscientes de la cantidad de energía real que consumen. Sería interesante crear una aplicación que informe de este consumo cuando encendemos luces, abrimos la nevera, nos desplazamos en nuestro coche, ponemos el microondas, etc. Un sitio web recibiría estos datos y al finalizar el día podría indicar a la persona si ha rebajado su consumo de energía o lo ha aumentado.
Cubos de basura inteligentes
Imaginad una ciudad donde los cubos de basura tuvieran un diseño diferente al habitual. Es decir, que contaran con una prensa que se encargara de reducir el volumen de residuos y evitar así que el camión de la basura pasara todos los días (con el consiguiente ahorro en combustible). Pero además podrían tener lectores de tarjetas que al pasarlos abrieran el contenedor y nos premiaran (con deducciones fiscales sobre la tasa de basuras, por ejemplo) si nos tomamos en serio el reciclaje de basuras.
Unidades solares modulares
Estas unidades solares tienen dos funciones distintas: generar una fuente alternativa de energía y, junto con un sistema de purificación de agua, proporcionar agua potable todo el año. Al ser portátiles, se instalarán en cualquier parte y darán la energía suficiente para que las familias puedan cubrir necesidades básicas como cocina, agua caliente o algún sistema de calefacción. El equipo de potabilización del agua se encargaría de hervirla y filtrarla para que fuera apta para el consumo humano.
Las comunidades trabajan juntas
Todos los integrantes de una comunidad podrían recibir algún tipo de recompensa por hacer trabajos en favor del medio ambiente. Por ejemplo, se podrían crear tarjetas que acumularan puntos cuando se reciclan residuos llevándolos a un “punto limpio”, se hace compost para abonar el jardín, se realizan labores de limpieza de zonas degradadas, etc. ¿Qué conseguiríamos con estos puntos? Dependería de cada ayuntamiento, pero lo más interesante serían los descuentos fiscales por ayudar a mejorar el medio ambiente.
Cargador solar o con agua de teléfono móvil
Pequeños cargadores de paneles solares estarán disponibles para que las personas puedan cargar su teléfono móvil en cualquier parte. Además, esta tecnología podría combinarse con otros cargadores creados a partir de material piezo-eléctrico que es capaz de producir energía con las gotas de lluvia que golpean sobre él.