Google no parece tener respiro por culpa de su polémico servicio Street View, ahora es Reino Unido quien acusa a la compañía de violar la ley de protección de datos británica al captar datos de redes Wi-Fi inseguras. Concretamente, la Comisión encargada de investigar las prácticas de Google en Reino Unido ha declarando ilegal dichas actividades.
Por tanto, el gigante de Internet será obligado a revisar y endurecer sus políticas sobre privacidad y firmar una declaración que asegure que en el futuro no volverán a realizar una práctica de este tipo, unas medidas muy similares a las puestas por Estados Unidos la semana pasada.
Christopher Graham, Comisario de Información del Reino Unido, pudo multar a la compañía con una cantidad de hasta 800.000 dólares, pero consideró que lo más apropiado era establecer estas medidas. Por su parte, Google sigue negando que la captación de datos a través de redes WiFi abiertas fuera producido intencionadamente y para fines deshonestos y asegura que ya han tomado medidas para que no vuelva a ocurrir.
Otros países del mundo, como España, Francia o Alemania, siguen investigando estas prácticas, pero todavía no se han pronunciado.