En Gurb (Barcelona) están a punto de finalizar un ambicioso proyecto que pretende llevar a tres masías una red de fibra óptica sin ayuda de ninguna operadora de telecomunicación. La idea, el desarrollo y la implantación ha corrido a cargo de la fundación Guifi.net.
Esta asociación, que actúa como un operador registrado ante la CMT, pretende llevar este concepto a toda España y poco a poco que se extienda a nivel internacional.
La red, que en pocos días se pondrá en marcha en la población catalana después de dos años de trabajo, se basa en que los propios usuarios son los propietarios de la infraestructura porque son ellos quienes la financian.
Las tres casas conectadas ofrecen dos tramos operativos a 100 Mbps y 1 Gbps simétricos respectivamente. La topología de la red elegida ha sido punto a punto, desplegando a lo largo de 2 kilometros cables de 96 fibras utilizando los postes de teléfono dentro de los terrenos privados de los usuarios. El coste de una instalación de este tipo oscila entre 1.500 y 3.000 euros por casa.
La intención de este primer paso es crear un modelo fácilmente replicable a otras zonas y países sin la necesidad de ser fieles a una empresa proveedora de servicios a Internet. ¿Es el primer paso para el fin de las operadoras? Lo iremos viendo con el tiempo.