Un grupo turco de derechos de Internet ha denunciado a Google con el objetivo de poner fin a lo que considera restricciones ilegales sobre sus servicios. Turquía tiene diferencias con Google desde el año 2008, cuando cerró el acceso a su página de intercambio de vídeos YouTube, afirmando que algunos vídeos insultaban al reverenciado fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Atartuk.
Los defensores de Internet afirman que los esfuerzos por limitar el acceso a la página de vídeos ha causado restricciones ilegales sobre otros servicios de la compañía estadounidense, como Google Maps o Google Analytics. Además, el acceso a los servicios de la compañía se ha ralentizado desde que se bloquearon las direcciones IP.
Los analistas han criticado la facilidad con la que los ciudadanos pueden solicitar el cierre de una página, tan simple como rellenar un formulario ya preparado en la página web del consejo de tecnologías de la información. Actualmente se cree que hay más de 5.000 webs bloqueadas, lo que ha despertado la preocupación. Las reformas de libertad de expresión se han congelado en los últimos años, mientras aumenta el número de páginas cerradas.
En estos momentos Turquía quiere que Google abra una oficina en el país y que le devuelva 20 millones de dólares (unos 16 millones de euros) en impuestos por ingresos generados en su web de vídeos. Hoy de nuevo, el gigante de Internet está en el ojo del huracán.