Google Buzz fue anunciado ayer mismo. La herramienta que se integrará progresivamente en Gmail y otros servicios del buscador más grande del mundo pretende ser un servicio simple y eficiente como otros productos de la casa. En este artículo comentamos qué es, para qué sirve y cómo funciona Buzz.
Google Buzz es, ante todo, un servicio pensado para compartir. Todos tenemos un archivo digital de dimensión variable compuesto por fotos, vídeos, temas que nos interesan, noticias, blogs, etc. constantemente actualizado y que se alimenta de nuestra actividad diaria personal y profesional. La nueva herramienta de Google hace posible compartir este contenido con las personas que queramos, de una forma muy sencilla gracias a su integración con sitios como Gmail, Google Reader, Twitter, Picasa o Flickr, entre otros.
Como suele ocurrir con la compañía californiana ni siquiera el nombre del producto parece fruto de la casualidad. El significado de «Buzz» en el ámbito de Internet es de ruido (literalmente «zumbido»), esto es, información generada por los usuarios de forma un tanto caótica, sin ningún patron de comportamiento sino fruto de las preferencias de los usuarios.
Dos «clásicos» generadores de ruido son Twitter y Facebook (mediante el muro de usuario), servicios que canalizan flujos de información que podemos seguir si nos interesa por cualquier motivo. Miles de fotos, vídeos, comentarios y otros contenidos son vertidos cada día por millones de usuarios, creando una gran cantidad de información sin orden ni temática concreta. Eso es parte del camino que quiere tomar Google Buzz, que cuenta con el importante apoyo de los servicios que Google ya tiene en el mercado y que ofrecera una experiencia de usuario que recuerda a lo que vimos con FriendFeed (una empresa que Facebook compró el año pasado).
En Google aseguran que Buzz será capaz de ordenar el «ruido» generado gracias a un algoritmo que determina qué información nos resultará interesante, discriminando el resto. Esta es la gran diferencia frente al resto de servicios similares y el valor añadido que debe encumbrar a esta solución frente a la competencia.
Google no parte de cero: Gmail tiene 176 millones de usuarios únicos al mes (datos de diciembre 2009) y el acceso a Buzz se realiza a través de nuestra bandeja de entrada (también es posible acceder a una versión para dispositivos móviles). Tras actualizar (si queremos) nuestro perfil podemos sincronizar Buzz con servicios web como Twitter, Picasa, Flickr, Google Reader o una web, creando nuestro propio canal de comunicación con los contenidos que queramos compartir. La integración con Facebook no está presente, dejando claro quién es rival a batir por Google Buzz. Será interesante ver cuál será el siguiente movimiento de Facebook, casi obligado a tomar una decisión con tintes dramáticos. La batalla está más viva que nunca.
El editor de texto es muy sencillo y práctico. Aunque escribir mensajes de estado será lo más habitual (al más puro estilo Twitter), la tarea de incluir fotos, vídeos o enlaces es rapídisima, algo fundamental para el éxito de un servicio basado en impulsos e inmediatez. Si usamos Picasa o Flickr subir una foto a Buzz sólo nos llevará un clic. Incluso es posible dictar un mensaje al teléfono y que él se encargue de escribirlo y postearlo.
Google Buzz también se integra con Google Maps y permite indicar de forma muy sencilla dónde estamos, subir una foto geolocalizada desde el móvil (si tiene GPS integrado), recomendar un lugar, y mucho más. De nuevo la apuesta por la sencillez nos parece clara y muy acertada.
Como cualquier servicio web el futuro de Google Buzz vendrá marcado respuesta de la comunidad de usuarios. Google vende Buzz como la forma más sencilla de compartir contenido en Internet gracias a la integración con servicios consolidados, el excelente soporte para dispositivos móviles (algo que cada vez será más importante) y el algoritmo de eliminación de ruido.
¿Será capaz de atraer usuarios consolidados de Facebook? ¿Cómo se comportarán los proveedores de servicios on-line frente a Buzz? ¿Funcionará de forma eficiente el motor de búsqueda sobre un flujo de información constantemente actualizado? Aunque es pronto para dar respuestas, la propuesta de Google parece cuanto menos más seria y realista que el casi olvidado Wave.
En una primera toma de contacto, Buzz resulta más sencillo y amigable que Google Wave, sobre todo para las personas menos habituadas a este tipo de aplicaciones. Si consigue consolidarse como canal adicional al correo electrónico y la mensajería instantánea Google ganará su particular guerra de «generación de atención» por parte de los usuarios y retroalimentará aún más su modelo de negocio.
En cualquier caso no es posible realizar un análisis objetivo de Google Buzz sin obviar su fin último: ser un gran negocio para Google. La publicidad contextual efectiva requiere un usuario que sumistre datos y que permanezca el máximo tiempo posible utilizando el servicio. Facebook -y Buzz ahora- sigue una política abierta en el sentido de permitir exportación de contenidos, integración con otros servicios, códigos embebidos, etc. pero siempre con la intención de que el usuario acabe volviendo a su perfil (normalmente por notificación vía correo) para contestar un comentario, ver las opiniones sobre la foto que acaba de subir o distraerse con el último juego on-line.
En este sentido, el afán «centralizador» de Google Buzz sí puede afectar negativamente tanto a los que imitan su modelo como a los proveedores de contenido asociados.
Google Buzz tardará unos días en estar disponible para todos lus usuarios. La versión para dispositivos móviles buzz.google.com ya se puede probar desde el iPhone o cualquier teléfono con el sistema operativo Android 2.0 o superior. Próximamente llegará el soporte para terminales basados en Symbian OS, BlackBerry OS y Windows Mobile.