Google Books le está creando al gigante de Internet muchos quebraderos de cabeza. Desde sus inicios el proyecto fue perseguido por la industria editorial, aunque la compañía ha conseguido con el paso del tiempo firmar acuerdos con algunas grandes editoriales.
La última de las noticias es que los de Mountain View han sido juzgados por un tribunal francés por el mismo motivo de siempre, exigiéndole el pago de una multa de 300.000 euros y le previene de que, si sigue escaneando fragmentos de libros editados en Francia, a partir de un mes de la notificación de sentencia le multará con 10.000 euros al día.
Por su parte el abogado de Google aseguró que piensan recurrir la sanción y que, en caso de confirmarse la sentencia, ésta tendrá consecuencias para los usuarios: «Significará que los internautas franceses se verán privados de una parte sustancial de su patrimonio literario«, añadió. Por otro lado otros de los comunicados emitidos por la compañía estadounidense aseguraba que: «Creemos que mostrar un número limitado de breves extractos de los libros cumple con la legislación de derechos de autor tanto en Francia como en los EE.UU. Si los lectores son capaces de buscar y encontrar los libros, son más propensos a comprarlos».
Este proyecto pone ya al alcance de cualquier ordenador del planeta un catálogo de 10 millones de volúmenes, aunque para los que no lo ven con buenos ojos significa «una guerra mundial en torno al comercio del libro», por lo menos así lo aseguró François Gèze, presidente de la francesa Editions de La Découverte.