Sabíamos que los correo electrónicos sobre viagra y demás productos no se deben ni abrir. Sin embargo, un estudio alerta que también suponen la misma huella ecológica que 3,1 millones de coches al año. El correo basura ya no sólo es molesto y costoso para los hackers sino también contamina el medio ambiente. Más de 33.000 kilovatios por hora son la energía que gastan este tipo de e-mails.
El estudio «La huella de carbono del spam» realizado por la empresa de seguridad McAfee lo deja claro: el spam también tiene impacto ecológico y no es cualquier cosa. La generación de este correo se puede equivaler a la contaminación de de 3,1 millones de vehículos al año, una cantidad para tener suficientemente importante como para tenerla en cuenta.
Está claro que sin el spam todos viviríamos mucho mejor. Las empresas no se gastarían dinero en sistemas de defensa, los usuarios no tendríamos que estar borrando los correos de nuestra bandeja de entrada. Ya que el gasto energético anual supone 33.000 millones de kilovatios por hora; sin estos e-mails se podría abastecer 2,4 millones de hogares en EEUU.
Aunque el spam en el buzón de un sólo internauta puede suponer un porcentaje muy bajo de emisiones (0,3 gramos de CO2), esa pequeña suma hay que multiplicarla por los millones de afectados. Se estima que en 2008 se enviaron por el ciberespacio un total de 62 billones de mensajes y se considera que un 80 % de todos los correos electrónicos son spam. Una razón más para que los hackers olviden estos correos basura.