Hasta cuando nos equivocamos escribiendo una dirección web el gigante gana. Aunque durante mucho tiempo se defendió de dominios type-in como gooogle.com o gogle.com, ahora ofrece parking y Adsense para estos sitios. Una empresa de golf, harta de sufrir pérdidas por esta causa ha demandado a Google y a otras empresas que viven registrar miles de dominios similares a marcas registrada.
¿Qué ocurre cuando ponemos mafre.com en lugar de MAPFRE.com?¿O Wikipedia.com por Wikipedi.com ¿Sabéis que Google tiene comprados dominios como gooogle.com, gogle.com o wwwgoogle.com y están redirigidos a su web principal?
El negocio de los dominios type-in consiste en comprar dominios que sean lo más similares a una marca reconocida o a una palabra común, excepto por una letra, un punto, un error ortográfico, y así aprovecharse de las personas que se equivocan al escribir mal una dirección web. Lo que podría parecer una curiosidad es realmente un negocio muy lucrativo para empresas que registran cientos de dominios cada dia y tienen miles de páginas en parking recibiendo visitantes con un coste de mantenimiento próximo a 0. El increible volumen de usuarios de Internet hace posibles este tipo de prácticas.
Aunque cada vez más los navegadores proporcionan ayudas automáticas o sugerencias a la hora de escribir una dirección y cada vez más gente usa la barra de búsquedas como sustituto de la barra de direcciones se cifra en un 15% de los usuarios los que escriben direcciones completas habitualmente en el navegador.
Google ofrece desde hace algún tiempo su propio servicio de parking para dominios y un programa de Adsense asociado. De esta forma la compañía ingresa millones de dólares (aunque las cifras no están claras se mueven entre los 32 y los 50 millones de dólares al año) por las equivocaciones de los usuarios al teclear la dirección de una web.
Vulcangolf, una empresa fabricante de productos deportivos, ha demandado , entre otras empresas typosquatters (dedicadas a registrar dominios similares a marcas), a Google por el daño que este tipo de prácticas hacen a su marca. Por su parte Google afirma que es una demanda sin base, y que están dispuestos a defenderse.
¿Juega Google a la doble moral? Todo es discutible desde luego pero está claro que no todas las empresas tienen el potencial económico o la influencia necesaria para defenderse de estos ataques como hizo Google en su día.