Cuando hablamos de consumibles originales estamos haciendo referencia a un elemento esencial dentro del mundo de la impresión, y no sólo por las razones obvias que a todos nos pueden venir ahora mismo a la cabeza, sino porque además es una pieza clave en lo que respecta a la fiabilidad general de la impresora.
Podemos tener la mejor impresora del mercado pero si queremos disfrutar de una buena experiencia de uso debemos utilizar consumibles originales, ya que de lo contrario estaremos expuestos a posibles errores de impresión e incluso a derrames.
Es un hecho que ha quedado demostrado en numerosos estudios, como por ejemplo el de BLI (Buyers Laboratory), donde pusieron a prueba consumibles originales de HP frente a versiones rellenadas (no originales) y obtuvieron los siguientes resultados:
- El 40% de los consumibles no originales acabaron fallando. De ellos un 14% no funcionó desde el primer momento, el resto falló de forma prematura.
- En el mismo estudio el 100% de los consumibles originales HP funcionaron sin problemas durante toda la vida útil del cartucho.
La diferencia es clara, ya que supone que de cada 10 cartuchos no originales 4 pueden acabar fallando, algo que implica:
- Comprar un nuevo cartucho, que si no es original puede volver a fallar.
- Pérdidas de tiempo, que pueden ser importantes si se producen manchados o derrames.
Con esta realidad es evidente que los consumibles no originales no son un ahorro, sino una «ruleta rusa» que nos puede salir cara.
Más información: HP.