Cartuchos compatibles: ¿Tan baratos como nos cuentan?

Cartuchos compatibles: ¿Tan baratos como nos cuentan?

Cuando hablamos de los avances que se están realizando en las impresoras de inyección de tinta, casi todos pensamos en la calidad del hardware, el número de páginas que se imprimen por minuto o su conectividad con Internet y dispositivos móviles. Pocos reflexionan en cambio sobre el trabajo de investigación y desarrollo que se hace sobre las tintas y cómo son éstas las que directa o indirectamente permiten que se realicen avances en otros campos dentro del mundo de la impresión.

Esta falta de reflexión lleva a muchos a decantarse por comprar cartuchos de tinta reciclados, también conocidos como “compatibles”, que en el puesto de venta suelen costar menos de la mitad de lo que cuesta adquirir un cartucho original. La compra de este tipo de cartuchos es percibida por el usuario como «un ahorro». ¿Es realmente esto así? Porque puede que a corto plazo el ahorro sea evidente, pero ¿qué ocurre después? ¿En qué se diferencia un cartucho reciclado de otro original?

En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que cuando compramos un cartucho de tinta original, no sólo estamos comprando tinta, sino que sobre todo estamos comprando la garantía de que ese cartucho va a funcionar perfectamente con nuestra impresora. Pero es que además un estudio de HP sugiere lo siguiente.

1. Pruebas de laboratorio demuestran que los cartuchos originales pueden imprimir, con la misma cantidad de tinta, hasta el doble de páginas que uno compatible.

2. Utilizar un cartucho original siempre que tengamos que cambiarlo es importante, porque con el paso del tiempo los componentes del cartucho se van deteriorando. En este sentido, si lo que hacemos es limitarnos a rellenar un cartucho una y otra vez, no tardaremos mucho tiempo en comprobar cómo nuestra impresora funciona cada vez peor.

3. La calidad de las tintas que se utilizan en un cartucho original no es la misma que la que obtenemos en un cartucho reciclado. La profundidad de los colores, la velocidad de secado de las páginas y otros aspectos importantes para una empresa pueden verse mermados al usar tintas recicladas.

Por otro lado, si sólo tenemos en cuenta un punto de vista puramente económico, pronto descubriremos que el apostar por los cartuchos “compatibles” puede que no sea tan buena idea, especialmente en el mundo de la empresa, donde existe un mayor volumen de impresión y a la vez necesitamos contener los costes. Algunos datos lo demuestran.

1. Algunos estudios señalan que más de la mitad de los cartuchos compatibles dejan de funcionar al poco de empezar a utilizarlos.

2. Nunca sabremos cuántas veces ha sido rellenado el cartucho que acabamos de comprar, lo cual como hemos visto antes, afecta directamente al resultado final de la impresión.

3. Los cartuchos que se rellenan una y otra vez, acaban por acumular una capa de residuos que afectan negativamente al funcionamiento de la impresora y, por tanto, perjudican al resultado final de impresión.

4. Al final, lo que obtenemos son tintas genéricas (se utilizan las mismas para todas las impresoras) y no tintas específicas y optimizadas para nuestra impresora.

Si tenemos todos estos factores en cuenta, podemos no tardar en descubrir que lo que parecía un ahorro a corto plazo, puede dejar de serlo a los pocos meses de empezar a trabajar con nuestra nueva impresora.