«¿Eres freelance y no te compensa darte de alta como autónomo? No te preocupes, nosotros facturamos por ti». Este es el gancho que utilizan desde hace un par de años las que se conocen como «Cooperativas de facturación 2.0» entre las que se encuentran nombres como Factoo, TeFacturamos, o FreeAutonomos y que encuentran entre su público objetivo a profesionales que bien no tienen ingresos recurrentes, o bien por el escaso volumen facturado «no les compensa» darse de alta en el RETA.
Pero como os contábamos ayer en «El fraude también emprende: cinco startups españolas que han dado la nota» el problema que presenta este modelo de negocio es que bajo el paraguas de un aparente trabajo cooperativo, en realidad se encuentran plataformas cuyo único objetivo es evitar que sus socios abonen su correspondiente cuota de autónomos.
El fraude es tal que en el caso de Factoo, la inspección de trabajo ya ha determinado que sus más de 16.000 socios deben abonar las cuotas de autónomos no satisfechas, además de un recargo del 20% por el retraso en el pago inicial. Y sin embargo por sí misma, una cooperativa de facturación o de trabajo asociado es un instrumento completamente lícito, siempre que se cumplan algunas condiciones.
Así es una cooperativa de facturación que cumple con las reglas
Una cooperativa de trabajo asociado no es en realidad, más que una buena forma de gestionar las facturas que un grupo de profesionales realicen para un mismo proyecto o se enmarquen en un sector común para todos ellos. Tradicionalmente el sector agrícola o artesano es el que más se ha beneficiado de esta figura jurídica, pero cada vez más se crean este tipo de cooperativas en sectores como el diseño gráfico, el periodismo, la programación, traducción, etc.
Una de los elementos más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de entrar en una de estas cooperativas es que sus socios pasan a ser automáticamente trabajadores de la misma, siendo la cooperativa como entidad jurídica la que gestiona la facturación de todos ellos de forma conjunta.
¿En qué se traduce esto a efectos prácticos? En que los socios dejan de cobrar mediante una factura para pasar a hacerlo mediante una nómina emitida por la cooperativa en la que evidentemente, se descuentan tanto los costes de la propia organización como los correspondientes impuestos y que no se abonará hasta que el cliente haya realizado el pago correspondiente. Además la propia cooperativa se encarga de gestionar tanto el alta como la baja en función del trabajador, en función de los días en los que se mantenga asociado al proyecto.
¿Por qué Factoo y otras están siendo investigadas?
Básicamente porque aunque hacen uso de esa figura que representa la cooperativa de trabajo asociado, en realidad se mueven en una zona gris, al límite de la legalidad, que les lleva a romper con el espíritu original de la norma.
Desde ATA señalan por ejemplo que estas plataformas fomentan directamente la economía sumergida. ¿Por qué? Porque en su opinión, solo dan de alta al trabajador una vez que se termina el trabajo, exclusivamente para emitir la factura correspondiente, mientras que cuando este se está desarrollando, el trabajador no está dado de alta en ningún tipo de régimen.
Por otro lado hay que tener en cuenta que en estas plataformas los socios no se conocen entre ellos. Y esto que puede parecer baladí, en realidad es un problema si tenemos en cuenta que según se afirma en la Ley que las regula, «el objeto en las cooperativas de trabajo asociado es proporcionar a sus socios puestos de trabajo mediante su esfuerzo personal a través de la organización común de la producción de bienes o servicios para terceros».
El hecho de que el ministerio de Empleo haya empezado a investigar la actividad de estas plataformas ha provocado que muchos cooperativistas se hayan organizado a través de la web «Afectados por las Cooperativas» desde donde intercambian experiencias y ofrecen consejos y formas de actuar en caso de que (como ya está ocurriendo para muchos de ellos), desde el Ministerio de Empleo se les esté obligando a darse de alta como autónomos.
¿Merece la pena por lo tanto apostar por este tipo de instrumentos? Por supuesto no en Factoo y otras plataformas similares…pero si la cooperativa cumple con la Ley y el para el profesional le resulta interesante unirse a un proyecto determinado puede ser una buena idea. Deberá tener en cuenta eso sí, que obtendrá un mayor rendimiento si el trabajo que va a realizar es puntual y en un momento muy concreto. Una vez que trabajo y facturación se convierten en recurrentes, siempre resulta más interesante darse de alta como trabajador autónomo.