Mientras que Skype es un producto reconocido a nivel mundial, utilizado por millones de usuarios e incluso miles de pequeñas empresas, Lync, la apuesta por las comunicaciones corporativas de Microsoft, ha sido durante mucho tiempo el «patito feo» de Office. Y tal vez no por ser un mal producto, sino más bien por un branding poco acertado y una política de comunicación en la que los usuarios no han llegado a entender los beneficios de Lync sobre la apuesta que hacía Microsoft por Skype.
Por este motivo, la próxima versión de Lync, que verá la luz a mediados del año que viene, pasará a denominarse «Skype for Business», en un intento de la marca por unificar criterios y llevar al mundo de la empresa una experiencia de comunicación que ya conocen, reforzada con la seguridad adicional y otras herramientas corporativas que venía ofreciendo Lync.
Skpe for Business supone el rediseño total de Lync, adaptándose al «look and feel» de Skype, e incorporando características nuevas como la posibilidad de compartir contenidos o realizar llamadas telefónicas VoIP.