Esta misma semana hemos conocido que el próximo mes de junio Microsoft lanzará la Release Preview de Windows 8, el paso previo a la versión final que llegará en octubre. También hemos visto qué tiene de nuevo el sistema para empresas. Hoy os traemos una lista con las seis razones por las que amarás la nueva plataforma de Microsoft y otras seis por las que la odiarás.
Windows 8 te apasionará por:
- La interfaz Metro en pantallas táctiles. La nueva interfaz es rápida, fluida y atractiva, además de muy fácil de usar. De hecho, para algunos, Metro hace que iOS parezca una recopilación antigua de iconos y Android una colección de widgets.
- Internet Explorer 10. La propuesta de Microsoft es más acorde con los estándares de lo que lo han sido cualquiera de las versiones anteriores, además de un amplísimo soporte a HTML 5 y una velocidad superior.
- Sincronización. Puedes registrarte en otra máquina y muchas herramientas y contenidos estarán disponibles para ti gracias a la red.
- Restaurar. Puedes volver a dejar tu PC “como nuevo” en minutos sin necesidad de reinstalar nada.
- Arranque más rápido. Se reduce significativamente el tiempo necesario para poner en marcha el ordenador.
- Windows 86.– Conectividad. Windows 8 permite conectar más rápido, integra mejor las redes móviles e inalámbricas, además de permitir rastrear el uso de éstas. Incorpora un modo de vuelo muy útil en los aviones.
Odiarás a Windows 8 por:
- Iconos de aplicaciones en la pantalla de inicio. Microsoft necesita “limpiar” un tanto el método usado para incorporar enlaces a las aplicaciones en la pantalla de inicio.
- Mal funcionamiento con monitores múltiples. Cuando cambias al segundo monitor, la interfaz Metro personalizada desaparece, dando paso a una versión más estándar, lo que no permite explotarla en todo su potencial. La solución reside en aplicar los mismos cambios en una y otra interfaz.
- Aplicaciones Metro. A priori, las aplicaciones “estilo Metro” deben ser muy interesantes, pero la mayoría de las aplicaciones disponibles para la Consumer Preview no lo son.
- Desplazamiento horizontal. En su mayor parte, las aplicaciones están organizadas de izquierda a derecha, dejando espacios en blando entre medias, algo incómodo si nos movemos en un PC tradicional.
- Imposible evitar Metro. Si utilizas un ordenador, tú puedes cambiar a un entorno de escritorio tradicional, con iconos, y quedarte en él. Sin embargo, Windows 8 te impone arrancar con Metro y volver a esta interfaz con mucha frecuencia.
- Aplicaciones “estilo Metro” a pantalla completa. En ocasiones, necesitas abrir dos aplicaciones de forma simultánea en tu pantalla, y Metro abre las aplicaciones a pantalla completa por defecto. Cierto es que es posible cambiar esto, pero no todas las aplicaciones lo permiten.